16 de febrero de 2011

Líder milagroso

Julio Acuña "resucitó" a Tacuarembó y ya sorprende

No es un espejismo. Tacuarembó está en lo más alto de la tabla de posiciones junto a Defensor Sporting. Lleva dos partidos jugados y dos ganados. Suma seis puntos y ya superó lo hecho en el Torneo Apertura donde apenas cosechó cinco unidades en todo el campeonato.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué tiene este equipo que el anterior no tenía? Las preguntas caen como fichas, y sólo Julio Acuña, su entrenador, puede responderlas. Porque le guste o no, es el hombre que logró el milagro en poco más de un mes de trabajo.

"Uno trabaja para eso ¿no? La meta era simple pero complicada: ir partido a partido como si cada uno fuese una final. Hay que ganar y volver a prepararse para el siguiente. Ya ganamos dos, y le dije al grupo: muchachos, ahora que nos bajen, nosotros vamos a tratar de seguir arriba y creo que el mensaje llegó. El grupo está fuerte, se formó un plantel con jugadores más experientes, que era lo que se estaba necesitando y así largamos, con pocos refuerzos pero con muchas ganas", dice el hoy entrenador tacuaremboense, el hombre que "resucitó" a un equipo que empezó el Clausura con partida de defunción.

"Yo sigo pensando que los jugadores son los que sacan adelante a los equipos. Los jugadores y un buen trabajo. No hay otro secreto. Y cada vez que tuve que luchar con un club en posición de descenso me fue bien. Siempre me ha tocado bailar con la más fea, pero logré los objetivos y eso nadie lo puede negar", dice con orgullo.

Pero el tema es el día después. Y proceso siguiente. "Esa pregunta me la hago todos los días... los salvé, los dejé en Primera pero después contrataron a otros entrenadores... está bien, son las reglas de juego. Yo los salvo y después vienen los fenómenos, los que no quieren agarrar a los equipos que están por perder la categoría. Yo no tengo drama, al contrario, me gustan las difíciles", afirma Acuña.

Dirigió a Juventud de Las Piedras, Racing, El Tanque Sisley, Sud América, Cerro, Cobresal de Chile, Cerrito, Rocha y Atenas de San Carlos... "pahhh ni me hagas acordar de Atenas... fueron sólo tres meses... me sentí un condenado. Tres meses y afuera je", dice con una sonrisa.

Hoy, a los 56 años, Julio Acuña vuelve al tapete. "Es muy pronto para hablar de liderazgo pero la tabla no miente, falta mucho, esto recién empieza, el tema es mantenernos, pero al grupo lo veo muy bien, se trabajó mucho en lo anímico y por ahí anda la cosa: sin varitas mágicas".

"Siempre fui de perfil bajo. Mis amigos del fútbol me dicen que así no voy a ningún lado, pero yo que sé... es mi forma de ser no ando mostrándome por ahí y no me gusta pedirle nada a nadie. El que está en el fútbol sabe y conoce mi trayectoria. Con el único club que descendí fue con Cerro aquella temporada que le sacaron un montón de puntos, después me fue bien. Claro, yo salvo a los clubes y después vienen a dirigir los fenómenos... pero no importa, es así. Yo ascendí a más de 100 jugadores a Primera".

Localía: "Parece que este fin de semana jugamos de noche (a las 22:00 horas pidió la directiva de Tacuarembó), es un tema netamente económico y en eso los dirigentes tienen la derecha, buscan una mejor recaudación. Si fuese por mí, prefería jugar de tarde, al rayo del sol, acá hay un calor sofocante, te ahoga y los muchachos están acostumbrados, al visitante se le hace más duro. Pero si pasa por el dinero, no hay más remedio que aceptar lo que digan los dirigentes. Acá de tarde es como jugar en el desierto de Atacama".


Fuente: Ovación digital

No hay comentarios: