17 de mayo de 2011

Ni un negocio, mucha crisis y chau mística

Tuvo buenos momentos deportivos, pero no fue capaz de sostenerse por los temas económicos



Con el descenso de Tacuarembó FC a la Segunda División Profesional, existe la posibilidad de que en la próxima temporada el Uruguayo sea disputado únicamente por equipos de la capital, situación que no acontece desde 1998.

En aquel año 1999 Tacuarembó Fútbol Club debutaba en el profesionalismo igualando 0 a 0 contra Liverpool en Belvedere y en el 2011, tras 13 temporadas en Primera División, desciende luego de perder 3 a 1 contra Danubio en Jardines del Hipódromo. Durante todo ese tiempo pasaron 16 entrenadores, seis presidentes y un sinfín de futbolistas.

Fundación. El club del Norte, fundado el 13 de noviembre de 1998, jugaba en Primera División con pocos meses de vida presididos por el hoy intendente Wilson Ezquerra. Fue creado por 21 equipos pertenecientes a la Asociación de Fútbol de Tacuarembó (AFT) integrada en la Organización del Fútbol del Interior (OFI). Casi 14 años después son ocho los clubes que permanecen en la institución. Cabe destacar que la mayoría tampoco ya ni figuran en la AFT, pues han desaparecido.

A diferencia del resto de los conjuntos del interior que se habían sumado a la integración, Tacuarembó llevaba bajo el brazo ocho campeonatos del interior ganados y una historia futbolística que hasta ese momento ningún departamento poseía.

Con la clásica casaca roja y blanca y con una hinchada que exige títulos, llegó al gran público del fútbol profesional, ganándose un respeto por ser el único equipo del fútbol uruguayo que ha hecho sentir visitantes a Nacional y Peñarol.

Su primera vez. Su primera temporada fue afrontada prácticamente con jugadores amateurs oriundos del departamento, integrantes de la selección que participó ese año en el campeonato del Litoral, como Delmar Escotto, Nicanor "Coco" Leal y Hugo "Vaca" Modernell. A ellos se sumaron otros como el zaguero Ruben Alzueta, el volante Heber Dos Santos (con pasaje en el Torino de Italia) y el arquero Gustavo Desirello, que eran algunos de los profesionales que se acercaron a la institución. También llegaron el isabelino Aldo Díaz y el volante Amaranto Abascal.

Tras una mala temporada, ocupando el último lugar en la Tabla Anual, Tacuarembó debió afrontar el siguiente campeonato con el objetivo de lograr la permanencia en Primera División. Para ello debía realizar un gran torneo. Fue esa temporada que surgió el mito de que Tacuarembó es invencible en el Raúl Goyenola.

Cada fin de semana el coloso de cemento quedaba repleto de simpatizantes de la roja y blanca. Dirigido por el maragato Ariel Krasouski trajo jugadores de experiencia en Primera División como Jorge Moncecchi (con pasado en Nacional), Darwin Quintana (en Peñarol) y Guillermo Almada (Defensor Sporting) y el duraznense Luis Cor, más otros que integraban la selección uruguaya de la divisional B como Vicente "Carucha" Sánchez y Fabio Acosta.

Esa temporada Tacuarembó perdió únicamente con Defensor Sporting como local en el Goyenola, llegó a la Liguilla Pre Libertadores y logró la permanencia. Fue allí que quedó finalmente como abanderado de la integración.

Los patrocinadores se acercaban, las empresas apoyaban la causa del Tacuarembó FC. Y el conjunto rojo y blanco llegó a ser declarado de interés departamental por el legislativo local. Todo marchaba viento en popa.

Los problemas. Tras varias temporadas en Primera división, con buenos, regulares y malos torneos, el equipo no lograba vender jugadores y esto trajo aparejado la crisis económica.

Surgieron buenos jugadores como Franco Sosa, Ramiro Bruschi y Néstor "Falucho" Silva y en el 2000 se dio la primera convocatoria de un jugador del club a la selección uruguaya, Renzo Pozzi, para el Sudamericano Sub 17 en Perú. Sin embargo, las ventas de los futbolistas no llegaban.

Luego llegaron los problemas con funcionarios de la AFT que trabajaban para Tacuarembó FC. Hubo juicios laborales y con ellos los problemas institucionales. En ese momento, y tras una decisión del aquel entonces presidente Daniel Albernaz, Tacuarembó FC cambió de camiseta, dejó la clásica roja y blanca por un modelo similar a la del Ajax holandés. El rechazo se hizo sentir, muchos hinchas molestos decidieron borrarse de socios y comenzaba a fracturarse la institución, la cual se ahondó aún más cuando la misma dirigencia decidió jugar como local en Montevideo ante los equipos grandes, argumentando razones económicas.

Los directivos comenzaban a hacer perder la mística del Tacuarembó FC y la razón de existir de la integración. Fueron los propios tacuaremboenses quienes comenzaron a sellar su suerte. Tacuarembó perdía socios y las arcas del club se resentían.
A partir de ese momento el clima cambió en Tacuarembó. Ya no aspiraba a la Liguilla ni a clasificar a una Copa, sino a permanecer en Primera División. A subsistir. Se anunció el arribo de inversores mexicanos, argentinos y brasileños, pero no llegaron. Tras una muy buena temporada dirigida por Carlos Manta en el año 2008, el ambiente era espeso. Tacuarembó continuó apostando a formar jugadores, con un buen trabajo de Julio Brunell (hermano del "Pocho") en las juveniles, y ascendieron todos los futbolistas que hoy son reconocidos en el fútbol uruguayo: Franco Sosa, Guillermo Dutra, Renzo Pozzi, Ramiro Bruschi, Néstor Silva, Baltasar Silva, Jonathan Ramírez, Luis Machado, Jhonny Da Silva, Sebastián Sánchez, José Da Silva, Carlos Da Silva, Gonzalo Píriz, Jonathan Deniz, Enzo Pérez y Diego Miranda, entre otros.

Fue en esa época que llegó el arquero Fernando Navarro Montoya a Tacuarembó y con eso la debacle institucional. La crisis se agudizó tras la pelea entre el experimentado guardameta y el presidente Daniel Albernaz. El suceso terminó con el alejamiento de ambos, un papelón que trascendió fronteras.

Tras la renuncia de Albernaz y la crisis latente, asumió Jorge Alonso y Tacuarembó volvió a lucir la clásica casaca roja y blanca. Pocos meses después y por problemas de salud, Alonso se alejó de la presidencia, asumiendo Agustín Martínez. Bajo su presidencia fue que Guillermo Almada en la dirección técnica del equipo apostó a los jugadores de formativas para salvar a Tacuarembó del descenso y lo logró en la temporada pasada ganando el clásico ante Cerro Largo en el estadio Ubilla de Melo, un momento histórico para el club. Sin embargo, tras un pésimo torneo Apertura, Martínez tuvo que dejar la presidencia para dar paso a Fernando Saralegui y su proyecto que cuenta con el apoyo de los ocho clubes socios.

Ovación digital

No hay comentarios: